Crónica personal es una hermosa, templada colección de recuerdos elaborada con la complejidad y el elevado criterio del arte novelístico conradiano, y dedicada especialmente a los acontecimientos e impresiones que se produjeron en el umbral de lo que él llamó sus «dos vidas»: la vida del mar en la que pasó veinte años y la vida de las letras a la que se consagró hasta su muerte. Magistral e impertinente, cabe situarla entre los máximos aciertos de su autor.