La poesía de Heuguerot es comunicante y nunca coloca estorbos para la complicidad del lector que encuentra en lo cotidiano, sobre todo de la ciudad, aquellos seres que nos acompañan en el trabajo y en la vida. Brillante y valiosa es la naturaleza de estos poemas. La tristeza se transforma en un reino de belleza y connotaciones agradables al ser humano. Para deleite de los catadores de vinos añejados y placeres intangibles, como las ricas palabras empapadas y maravilladas de viajar por el cielo. Prof. Lauro Marauda