Un libro que describe el increíble viaje de Eduardo Rejduch de la  Mancha, a lo largo de más de veinticinco años por los mares del mundo.  Sus aventuras por islas lejanas y países remotos, su encuentro con  diferentes culturas, tradiciones y leyendas colman este relato de  sabores e imágenes exóticos que quedarán en la mente del lector.
Hasta donde me lleve el viento narra el increíble viaje de Eduardo  Rejduch de la Mancha, a lo largo de más de veinticinco años por los  mares del mundo. Sus aventuras por islas lejanas y países remotos, su  encuentro con diferentes culturas, tradiciones y leyendas colman este  relato de sabores e imágenes exóticos que quedarán en la mente del lector.
  "He leído por segunda vez (acabo de terminarlo hace unas horas) su  'Hasta donde me lleve el viento', navegando entre el estrecho de Messina  y las bocas de Bonifacio. Y lo he disfrutado como una ardilla encaramada  a un nogal. Aparte de lo divertido y conmovedor de las historias, está  admirablemente bien escrito. Un fuerte abrazo de su amigo."
 Arturo Pérez-Reverte
  "El marino navega como si fuera solo, pero una multitud, invisible, lo  acompaña en su barquito. Algunos viajan invitados, amigos y amores  lejanos y cercanos, los de siempre, pero otros, los colados, los  lectores trepan a cubierta al amparo de la noche, cuando él echa el  ancla en un puerto cualquiera. Por eso el almirante del Charrúa es serio  candidato al premio Nóbel de Física: él ha logrado albergar un gentío en  una nuez. Los uruguayos somos así, dice: parecemos poquitos, pero cada  uno lleva muchos adentro. Tu verdad te espera en el mar y esa nunca se acaba ni traiciona. Vuelanabrazos"
 Eduardo Galeano
Autor Eduardo Rejduch
 
Sello editorial  
AGUILAR
 Páginas:  
Medidas: 15 X 24 X 3 
Edad recomendada:  
Nació en Montevideo en 1952. Realizó estudios preuniversitarios de  arquitectura y medicina. Comprometido con las luchas estudianti les  previas a la dictadura, luego del golpe militar de 1973 se ve obligado a  dejar su país. Se estableció en un pequeño pueblo de México llamado  Uruapan (‘eterna primavera’ en la lengua de los indios tarascos) durante  dos años. Luego viajó a Canadá, donde estu dió teatro y trabajó en una  fábrica de zapatos. En 1978 emprendió su primer viaje por tierra, que lo  llevó a recorrer toda América , desde Vancouver hasta la Patagonia, y a  aprender el oficio de andariego y contador de cuentos. De vuelta en  Toronto compró un pe queño velero de ocho metros al que bautizó Charrúa  y sin saber nada de navegación se lanzó en solitario a cruzar los mares  y vivir aventuras, a lo cual ha dedicado los últimos veinticinco años de  su vida. En 1984, con un fugaz regreso a Uruguay, pasó a ser el primer  navegante solitario uruguayo en atravesar el océano Atlántico.
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