Su vida discurre tranquila entre la barra y las mesas hasta que, un día, un viejo marinero entra en su fonda acarreando un pesado secreto... De la noche a la mañana el joven Jim se encuentra en la cubierta de la Hispaniola, rodeado de rudos marineros, agasajado por un misterioso cocinero cojo, ansiosos todos ellos por encontrar el codiciado tesoro del capitán Flint. Esta edición, que recupera la buena labor traductora de Jordi Beltrán, se abre con un estudio de John Sutherland, máxima autoridad en literatura victoriana y célebre anotador stevensoniano, quien a su vez indaga en los entresijos más recónditos de la novela (y su proceso de escritura) en los apéndices.