¿Es posible comprender la historia pasada y también vivir- y, por otra parte, hacer- la historia presente sin ceder la espíritu de sistema de las "filosofías de la historia", ni entregarse a la irracionalidad de la violencia o del absurdo? ¿Cuál es, entonces, la verdad del oficio de historiador? ¿Y cómo participar de verdad en la tarea de nuestro tiempo? Estas son las preguntas que atraviesan los ensayos aquí reunidos.