En menos de un año y medio, las cinco hermanas Lisbon, adolescentes de entre trece y diecisiete años, hijas de un dócil profesor de matemáticas y de una católica ferviente que no las dejaba salir con chicos, se suicidaron. Veinte años después, varios hombres de mediana edad, que fueron en su adolescencia vecinos de esas chicas, intentan desentrañar el enigma de aquellas muchachas que siguen fascinándoles, recopilando chismes, informes policiales y médicos, recortes de prensa y fragmentos de diarios íntimos, restos de un tiempo congelado en la memoria, que encierra el misterio de la femineidad, el deseo y la muerte.