Dos mujeres intentando convertir lo que falta, lo que se ha ido para siempre, en lo perpetuo, aquello que nos acompañará hasta que llegue, la hora de partir. Ema recibe una noticia que la obliga a volver a su país luego de muchos años. Ahí deberá enfrentar emociones que pensaba haber dejado atrás, para comprender que lo que parecía el final del viaje, es apenas un comienzo. En esta aventura, los descubrimientos se leen en clave de contrapunto: patria y exilio; hogar y desamparo; familia y orfandad. Un recorrido que, en definitiva, la sumerge en ese momento de la vida en que la ausencia se vuelve más recurrente que la presencia, obligándonos a valorarlas de otro modo: “Un nuevo tipo de ausencia para mi catálogo. Me imagino escribiéndolo, como una antropóloga de las emociones, o mejor, como una poeta”. En esa búsqueda la novela se erige como una investigación a dos voces: dos mujeres intentando convertir lo que falta, lo que se ha ido para siempre, en lo perpetuo, aquello que nos acompañará hasta que llegue, para nosotros también, la hora de partir.