La historia oficial del MLN es la historia de un triunfo, no de una derrota, y está basada en elsobreentendido de que el sacrificio era ineludible para construir una sociedad sin ricos ni pobres. Los demás partidos y organizaciones de izquierda aspiraban, conscientes o por ingenuidad, a reformar el capitalismo. Entregar la vida por un ideal de justicia; cumplir con el mandato guevarista de crear aquí uno de los tantos Vietnam; ser parte de la gran llamarada, exime de toda culpa y por ello será recordado con veneración. El 16 de marzo de 1985, José Mujica hizo una promesa a sus antiguos compañeros: Ellos (los viejos dirigentes) servirían como el palito donde la colmena se volvería a juntar. Hermosa metáfora, típica de Mujica. Quienes lo escucharon con ojos húmedos, hoy sienten que han vivido un doble fracaso: el de la derrota y el de la orfandad por parte de la organización a la que le entregaron sus mejores años. Este libro habla de eso, de armas y de abandono de las armas. Habla de lo que pasó en este país con la guerrilla a la que pertenecí, y de la renuncia a seguir por aquel camino loco. No fue fácil, murieron muchos amigos y compañeros con un sueño noble sin cumplir. No fue fácil aceptar la realidad, porque en esa realidad también cuentan los sentimientos de tantos años y el recuerdo que permanece es la persistencia de las voces, las miradas y los afectos acumulados. Nuestra decisión le costó mucho a este país, demasiado. Seguramente hubiese sido distinto de haber hecho caso al Che Guevara cuando habló en el Paraninfo de la Universidad, en 1961.” Luis Nieto