¿Tiene sentido hablar de nobleza hoy? ¿Acaso no vivimos en sistemas republicanos, que garantizan el derecho a ocupar posiciones en función de los méritos personales? A contrapelo de estas creencias, ''La nobleza de Estado'', un clásico de Pierre Bourdieu que se publica por primera vez en español, revela sin concesiones el modo en que la educación consagra una “nobleza” de nuevo tipo, poseedora de títulos académicos y de propiedad. Esa nobleza, mientras dice defender el acceso igualitario a la escuela liberadora y a las competencias técnicas que requiere el mundo del trabajo, asegura su propia exclusividad a través de férreos mecanismos de selección y de sutiles filtros que distribuyen los lugares posibles: desde el modesto docente de primaria en un pueblo de provincia hasta el funcionario de alto rango en la administración pública o privada.