Ambientada en unas Montevideo y Rivera sin demasiadas referencias, los engranajes de Apenas lo conocía funcionan hasta el final, amarran nuestra atención a la historia hasta agotarla, nos hacen disfrutar hasta la última gota del simple arte de matar. El planteo puede parecer sencillo: un pobre diablo aparece muerto y una mujer sospecha y denuncia el caso como asesinato ante una comisaría de barrio. Pero, ¿a quién podría importarle si fue muerte natural u homicidio? Al teniente Rivero, un policía compasivo y tímido, casi un oxímoron de su profesión, que se pondrá la pesquisa al hombro. Sin embargo nada es lo que parece, y a medida que nos acercamos a la verdad, cada vez vemos más lejos la resolución del caso.
Experta en el género negro, Cecilia Ríos despliega una trama caleidoscópica, inteligente y cambiante; una intriga de múltiples lecturas. Con lenguaje sencillo y despojado, no deja resquicio para el lugar común, jugando a tapar y destapar a sus personajes, sorprendiendo al lector con las voces de su mosaico polifónico.
Ambientada en unas Montevideo y Rivera sin demasiadas referencias, los engranajes de Apenas lo conocía funcionan hasta el final, amarran nuestra atención a la historia hasta agotarla, nos hacen disfrutar hasta la última gota del simple arte de matar.
Mercedes Rosende