Hablar de lo distópico en esta era resulta muy difícil. Todo eso se ha vuelto literatura de anticipación. Tenemos solamente la pequeña esperanza de no saber cuándo sucederá el ragnarök criollo. Al mismo tiempo, el agobio de vivir con ello. Pero nacimos acostumbrados a esperar la muerte. la belleza en el terror, la soledad explosiva y el corazón, ese corazón agrisado que es el campo de batalla donde se pelean lo peor y lo mejor del hombre . Las yeguas, de Federico Machado, es una novela que une el apabullante ritmo de habitar un mundo arrasado con la posibilidad del humor poético y el ritmo musical de un buen texto lírico. Aquí se tiene la seguridad de que su autor es un poeta -léase sin la devaluación actual de la palabra, por favor-; sin embargo, todo se encamina hacia unas horrorosas seducciones. José Arenas