Un hombre es apuñalado en una fría noche en Christianstaadt. El inspector Hasting y el Agente Lundqvist nos llevarán de paseo por la isla Chairman-Hannover. Eduardo Pérez Vázquez no solo logra urdir, a través de una prosa refinada, un tenso relato policial, también crea un territorio inusual que encaja como un personaje más en esta novela convirtiendo su lectura en un deber gozoso para el amante del género. “¿Quién es nativo en una isla colonizada por ingleses, holandeses y escandinavos en el fin del mundo, a dos mil millas de la costa de Chile? ¿Un inglés de pura cepa como usted, inspector, aunque su padre haya nacido en las pampas argentinas y se haya educado en Canadá? ¿Un hijo de granjeros suecos venidos antes de la guerra, como yo? ¿Un hijo de padre sueco y madre uruguaya, como el agente uniformado Lundqvist?”