«Una obra magnética.»
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Una novela de la autora de El cielo es azul, la tierra blanca, ganadora del Premio Akutagawa, el Premio Ito Sei, el Premio Woman Writer's, el Premio Tanizaki y el Man Asian Literary Prize, con más de 1.000.000 de lectores.
«No me gusta hablar del pasado. Mamá lo repetía a menudo, casi en un susurro, pero nada más decirlo empezaba a hacerlo.»
Un hermano y una hermana retornan a la casa de su infancia, al lugar de la felicidad, de los deseos y de los secretos prohibidos a punto de ser revelados. Los recuerdos luminosos se mezclan con los que irrumpen arrasando con todo: el tacto delicado del lino se mezcla con el tumulto que huye del ataque con gas sarín; los silencios dolorosos de la familia con el sonido de los insectos de montaña. Con la maestría casi artesanal que la caracteriza, Hiromi Kawakami vuelve a construir un mundo frágil y sensual en el que los destellos y las sombras se abrazan de manera única. Escrita tras la tragedia del terremoto y el tsunami que asolaron Japón en 2011, esta novela encarna, con todas sus contradicciones, el deseo de vivir después de la catástrofe.
La crítica ha dicho...
«En las páginas de este libro se precisa la atención sobre la serena forma en que la naturaleza se recompone, y se invita también al individuo a asumir un correlato en esa dirección.»
Zenda
«Una novela postsunami, con un título magnífico que resume bien la obra de Hiromi Kawakami, novelista anfibia capaz de captar las ondas que se mueves en lo más profundo de las personas.»
Télérama
«De una dulzura arrolladora. Una historia intimista de esperanzas perdidas, amor y familia, donde los secretos se esconden bajo la falsa apariencia de una normalidad doliente. Pura poesía para amantes de la fragilidad.»
María Reyes Borrego (@elmardetinta)
«Una historia lenta pero llena de sensaciones. [...] Sin duda será una autora que volveré a leer.»
@eleuka27
Sobre la autora:
«Leer a Kawakami es como darse un baño de agua tibia. Lo más importante es el homenaje que se rinde a la melancolía, o a la imposibilidad o, mejor aún, a este estado de indefinición (prerreflexivo) podríamos decir, en el que habitualmente nos movemos los humanos.»
Pablo D'Ors, ABC
«Hiromi Kawakami: las cosas sencillas son melancólicas. Bellamente melancólicas, como el sol que derrite la nieve, sin dejar huella de ella.»
Héctor Abad Faciolince
«El estilo de Kawakami es de una gran finura narrativa, de una delicadeza que roza la poesía, pero en la que también caben la oscuridad, el dolor y el desgarro.»
El Correo
«Una autora de culto. La japonesa es una reina en el difícil arte de golpear al lector sin hacer ruido.»
Eugenio Fuentes, La Opinión de A Coruña
«Una de las más grandes escritoras japonesas.»
Marie Claire
«La prosa de Kawakami bien puede definirse como cristalina: está construida con la precisión hermosa y reticular, perfectamente conectada, de un cristal.»
Ciro García, El Norte de Castilla
«Kawakami cautiva con sus palabras y su estilo poético.»
Jacinta Cremades, El Mundo
«Kawakami sabe acercarse a los misterios del deseo con una sobriedad poética [...]. Una novela magnética.»
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