Hay un recurrente mito neoliberal que arguye que todo individuo puede llegar a ser lo que se proponga; que querer es poder; que, en este mundo laboral de oportunidades infinitas, ser un triunfador está en las manos de cada uno, independientemente de cuáles sean sus orígenes. Pero, ¿es de verdad esto así?
Este brillante y esclarecedor libro muestra cómo operaban los elementos coercitivos sociales y culturales sobre la juventud de la clase obrera británica. Buscando entender por qué los jóvenes de orígenes obreros abandonaban la escuela a las primeras de cambio y se dedicaban a trabajos poco cualificados, Paul Willis analizó la trayectoria de un grupo de chicos desde sus dos últimos años escolares hasta sus primeros meses en el trabajo. Sus andanzas, decisiones y recorridos, curiosamente, no parecen muy diferentes a los de la actual juventud de orígenes humildes. ¿No será, acaso, que poco o nada ha cambiado?
Cuarenta años después de su publicación original, Aprendiendo a trabajar se erige como el estudio clásico y perdurable de la resistencia a la escolarización.