En el Museo del Teatro de Arte de Moscú se conservan más de cien de esos Cuadernos. En las notas y los apuntes comienzan a vislumbrase las bases de su método de interpretación que tanta influencia ha tenido hasta nuestros días. Su método no consiste en reglas fijas a seguir sino en la preparación física y emocional del actor, mediante la improvisación y los impulsos creadores para la construcción del personaje. En este Cuaderno de dirección se describen mecanismos y conceptos, basados en la práctica, que ayudarán a los actores a manejar sus propias emociones y poder trasladarlas al personaje que debe representar.