Flora parece tenerlo todo bajo control: es alta rubia y hermosa. Y tiene su hogar un bebé y un marido Richard. Tiene bajo control a su amiga Meg y a su hermano Kit el cual ha sentido siempre por ella una gran adoración y también a Patrick un caprichoso novelista. Sólo Liz una pintora bohemia rehúsa ser una seguidora suya. Flora los seduce los manipula y los encandila con sus destellos de dicha y entusiasmo. Todos se sienten cautivados por el refinado sometimiento que Flora ejerce en los demás todos menos Liz. Será ella quien les mostrará que la candidez de Flora es el veneno más dulce de todos.