Cuando ''Mötley Crüe'' alcanzaron el punto álgido de su fama, no existía droga que Nikki Sixx no estuviera dispuesto a probar. Se pasaba días enteros envuelto en una bruma inducida por el consumo de cocaína y heroína. Nikki comparte aquellas entradas de su diario correspondientes al año en que su drogodependencia se descontroló hasta llevarle al borde mismo de la muerte.