En este poemario Mario Benedetti vuelve a sus temas cásicos, esos que lo acompañan en gran parte de su obra, sumándole un sentimiento asolador ante la pérdida, la soledad, la fragilidad de la dicha, el descreimiento de la felicidad y la brevedad de la vida. Por su madurez emotiva y su hondura es este, sin duda, uno de los libros más trascendentes del autor y, por ende, de la poesía hispanoamericana.