Jules tiene algo de acné y quiere ser ladrón de bancos. Louise es introvertida y quiere descubrir lugares desconocidos, donde no haya adultos. Solari entrelaza un puñado de personajes –niños y adultos– en un campo de batalla cotidiano desde donde poder paliar las confusiones y enfrentamientos de una vida cada vez más incomprensible. Una novela íntima sobre un mundo no elegido y con cambios permanentes, donde resistir, sobrevivir y adaptarse pareciera ser la manera para cambiarlo todo.