Cultura y política en caricaturas del trazo de Jaime Clara. Decir que para alguien la vida es un perpetuo aprendizaje de los demás, puede ser un buen reconocimiento. Con mayor razón si algunos de “los demás” tienen aspecto de maestros. Pero, muchas veces, aprender de los otros, es algo más que eso.Es una cuestión de intuición sensible, suficiente como para capturar rasgos mágicos y de apariencia mínima de algunos habitantes de nuestro mundo, para facilitar un entendimiento con ellos tal como si los hubiésemos encontrado ayer, aunque ya no estén hoy sobre la tierra. Algo así me ocurre con muchas de las imágenes de este compendio de almas que intenta Jaime Clara. Donde allá lejos, en su inframundo y más acá, se pasean y se saludan con aires magistrales seres como Pedro Figari, Henri de TolouseLautrec, Hermenegildo Sábat, Fermín Hontou, Aquiles Fabregat, Arotxa, Peloduro y tantísimos otros. Forman un sendero invisible por el que también transita Jaime para dejar testimonios que, de igual forma, él está pasando por allí, con pasión de dibujante. Mario Delgado Aparaín